Reseña de libros

Apuntes 82 (2018). doi: https://doi.org/10.21678/apuntes.82.869

DEL VALLE PAVÓN, Guillermina, 2016, Donativos, préstamos y privilegios. Los mercaderes y mineros de la ciudad de México durante la guerra anglo-española de 1779-1783, México, D. F., Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. 228 pp.

Las investigaciones en torno a los gremios de mercaderes y mineros en las posesiones españolas en el Nuevo Mundo, en tanto sectores que dan forma y hacen viable el modelo económico de los virreinatos de Nueva España y el Perú entre los siglos XVI y XIX, representan uno de los temas fundamentales para entender la naturaleza y funcionamiento del sistema económico hispano en América, así como la transformación en las relaciones y dinámicas de negociación entre la elite local y la corona española ocurrida a lo largo de dichos siglos. De acuerdo a ello, dentro de la historiografía mexicana encontramos una tradición importante en el estudio de estos temas, evidenciada a través de la producción de trabajos imprescindibles para entender un tema que hoy se nos presenta claramente en una dimensión continental en cuanto a los océanos que involucra (Atlántico y Pacífico) y con relevancia política, en tanto expresa una negociación permanente y cambiante entre los grupos locales de poder económico. La figura de Guillermina del Valle Pavón es en la actualidad un referente imprescindible dentro del grupo de historiadores mexicanos que vienen produciendo trabajos sólidos y muy bien documentados, y el libro que aquí se reseña es evidencia de ello.

En líneas generales, este libro analiza las medidas adoptadas por la monarquía borbónica durante el reinado de Carlos III, en la coyuntura de la guerra anglo-española (1779-1883). La autora establece sus objetivos desde el inicio: analizar los mecanismos usados por la corona para obtener contribuciones extraordinarias por parte de los gremios y corporaciones del Virreinato de Nueva España para cubrir los gastos del conflicto; entender la forma en que la guerra transforma el comercio entre México y las Filipinas, y en la cuenca del Pacífico en general, enfatizando el rol y los beneficios excepcionales recibidos por los mercaderes novohispanos; y hacer visible las características y dinámicas de negociación que los agentes mexicanos llevaron a cabo con Carlos III en la búsqueda de beneficios y de la imposición de una agenda conveniente a los tribunales de consulado y minería.

A lo largo de las tres partes en que está dividido el libro, la autora muestra un extraordinario manejo y organización de documentos primarios provenientes de diversos archivos en México y España, lo que da gran solidez a la publicación. Así, en la primera parte, Del Valle Pavón presenta la coyuntura crítica en la que se encuentra la monarquía española debido a la guerra con Inglaterra, en donde las necesidades y demandas de mayores aportes de dinero en favor de la corona generó un espacio aprovechado por los grupos de poder económico mexicanos para negociar y obtener beneficios; esto, en un contexto de reformas fiscales que buscaban imponer un mayor control de la corona. Los donativos forzados y universales, así como los suplementos gratuitos y empréstitos a la corona se suceden unos a otros, siempre acompañados de negociaciones que aseguran beneficios y amplían privilegios monopólicos a los gremios de comerciantes y mineros, los mismos que van desde la obtención de licencia y formalización del gremio minero como cuerpo privilegiado (1776-1777) hasta la autorización para mantener en funcionamiento la flota de Veracruz, evitando así de forma temporal que el libre cambio llegue a su territorio. La capacidad negociadora de ambos gremios permite nuevas lecturas y análisis en torno a la real dimensión de la aplicación del reformismo borbónico en América.

La segunda parte del trabajo aborda cómo, en este contexto de negociación, la ruta del Pacífico, en especial el comercio de cacao proveniente de Guayaquil, se consolida a favor de los comerciantes mexicanos asociados con sus pares en Guayaquil y Lima. La autora demuestra cómo una práctica llevada a cabo de manera informal entre 1680 y 1740 no solo se legaliza en la década de 1770 sino que, en el contexto de la guerra anglo-española, Guayaquil y Acapulco construyen una alianza formidable e imbatible gracias a las gestiones del gremio mercantil mexicano que negocia preeminencias frente a la competencia ejercida desde Maracaibo, en la capitanía de Venezuela. El caso emblemático que presenta Del Valle Pavón es el de la red familiar-clientelar construida en torno a Francisco Ignacio de Yraeta, almacenero y prestigioso comerciante vinculado a estas actividades en los puertos de Acapulco y Manila, y a Isidro Antonio de Icaza, mercader de origen panameño afincado en Guayaquil desde 1774, con gran presencia en el comercio del cacao. La importancia de la figura histórica de Yraeta y su relación con Icaza han sido resaltadas en numerosos libros y artículos, entre ellos en los trabajos coordinados y editados por María Cristina Torales Pacheco y, más recientemente en 2003 en el libro publicado por Stanley J. Stein y Barbara H. Stein, Apogee of Empire. Spain and New Spain in the Age of Charles III, 1759-1789. En ese sentido, la importante información de archivo que ofrece Del Valle Pavón en esta parte de su investigación amerita un proyecto de investigación en sí mismo, al que habría que agregar datos sobre la red clientelar en Panamá, Guayaquil y Lima, espacios que la autora menciona de manera general y cuyo análisis nos permitiría entender la real dimensión de esta red, así como la dinámica entre otros grupos de poder similares, los mismos que parecieran ir más allá del núcleo ubicado en México. Sin duda, esta es una de las partes más sugerentes del libro, en donde existe mucho espacio para futuras investigaciones, y en la que una visión en torno al poder y riqueza del consulado de Lima, entre otros gremios, aportaría a una interpretación desde ya muy interesante.

La tercera y última parte del libro retoma las dinámicas de negociación de los gremios de comerciantes y mineros con la autoridad virreinal, mostrándose claramente la necesidad de la monarquía de obtener caudales para la lucha que se llevaba a cabo en el Caribe y cómo figuras prominentes del grupo de mercaderes, como Pedro Antonio de Cossío –de la Casa Cossío en Veracruz–, resultaron instrumentales para comprometer la colaboración de vecinos ricos, terratenientes y comerciantes, siendo estos últimos los que otorgaron los mayores préstamos a cambio de beneficios en rutas internas, comercio asiático vía Acapulco y hasta títulos nobiliarios. La presencia de mineros entre los aportantes, de acuerdo al análisis de la autora, representa un nivel de negociación difícil frente a la preeminencia del grupo mercantil, no obstante lo cual hacia el final del período estudiado, 1783-1784, el tribunal de minería obtendrá importantes beneficios, como evitar el aumento en el precio del azogue y la aprobación en 1783 de una nueva ordenanza de minería que otorgaba al gremio minero jurisdicción contenciosa y privativa en temas propios de su labor.

Esta publicación de Guillermina del Valle Pavón es un trabajo de investigación sólido y bien documentado y un referente fundamental para aquellos que trabajan temas vinculados al gremio de mercaderes y comerciantes, no solo del Virreinato de Nueva España a finales del siglo XVIII, sino en general para los territorios que entonces formaban parte del sistema económico español en América. Es, asimismo, un trabajo muy importante para entender las dinámicas de negociación política y social detrás del accionar de la monarquía española en América, en especial en un siglo XVIII en donde los espacios de acción de las elites locales parecían reducidos en el discurso oficial de reforma y control borbónico.

L. Miguel Costa
Pontificia Universidad Católica del Perú
mcosta@pucp.edu.pe