El nacionalismo en el Tercer Mundo
Resumen
Hay, en cada época, verdades evidentes que se prefieren ignorar. En la nuestra, una de esas verdades es que la división territorial del mundo es producto del azar y de la pugna de intereses, y que nada hay necesario o inherente en ella. Así, real o supuestamente ignorantes, concebimos las fronteras y actuamos frente a ellas como si fueran límites sagrados, linderos fijados por poderes semidivinos de manera definitiva. Algunos, los menos, ciertamente se benefician con el carácter sagrado de los límites. Pero la miseria de las mayorías y su sometimiento a formas cada vez peores de explotación y opresión se deben, en parte, al mantenimiento del orden geo-político vigente, que implica un encasillamiento de la población en naciones y en imperios nacionales. No es nada nuevo que las gentes sientan que pertenecen a un grupo humano particular, al que imaginan específico y distinto de todos los demás; ni es novedoso, tampoco, que se crean ligadas por naturaleza a un trozo de tierra que es por lo general, aunque no siempre, aquél en el que nacieron. Lo nuevo reside en que, por primera vez en la historia, esas pasiones han tomado una forma exacerbada en los últimos siglos, como sentimiento nacionalista, y se han convertido en una de las principales causas de los males de la humanidad y en el principal vehículo para su perpetuación.Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons Reconocimiento 4.0.
Apuntes, revista de Ciencia Sociales publica todos sus artículos y reseñas bajo la licencia Creative Commons Attribution (CC BY 4.0) con el objetivo de fomentar el intercambio académico a nivel mundial. Por ello, la obra en cuestión puede ser distribuida, remezclada, retocada, etc., como el autor y los lectores de la misma lo estimen conveniente. La única condición es que se cite a la revista Apuntes, revista de Ciencias Sociales como entidad editora del texto.